27 jun 2008

Los poderes del agua / 2

Este artículo forma parte del monográfico: CINE Y AGUA


Poder transformador

En “Gremlins” y su secuela, una de las alertas sobre aquel ser peludo y cantarín llamado mogwai era que bajo ningún pretexto se le mojara. La consecuencia inmediata de ignorar o transgredir accidentalmente la advertencia era una mutación perversa que igual disfrutaba asolando un pueblo que visionando “Blancanieves y los siete enanitos” en un cine de barrio.

Las sirenas que consiguen piernas para moverse en el mundo de los humanos saben que deben mantenerlas bien secas si no quieren que vuelva a salirles la cola. Daryl Hannah (Madison) debe interrumpir su placentero baño y utilizar toallas y un secador para “recuperar” sus extremidades inferiores antes que Tom Hanks la descubra. Lo mismo le ocurre a Sarah Paxton en “Aquamarine” y a las chicas protagonistas de la serie “H2O” cuyo subtítulo es muy revelador: “Añadir sólo agua”. Una de ellas puede congelar el agua, otra llevarla a ebullición y la tercera la moldea a placer.

En “El protegido” Bruce Willis es un superhéroe contemporáneo, un hombre irrompible de gran fortaleza y enorme corazón, pero vulnerable al agua. Ésta es su kriptonita, el elemento que le debilita y lo transforma en un ser endeble, incapaz de mantenerse a flote en una piscina.

¿Y alguien recuerda aquella película de terror de serie B en la que los muertos emergen de la tierra cuando ésta es regada con lluvia radioactiva que los resucita…?

Poder destructor

Las grandes metrópolis –con favoritismo para Nueva York- han sido atacadas por criaturas colosales con efecto demoledor (Godzilla, Monstruoso, Dustin Hoffman…); pero nada tan apocalíptico como los tsunamis provocados por meteoritos o cambios climáticos. En “Deep impact” la parejita joven consigue evitar morir ahogada subiendo a una montaña a lomos de una motocicleta. El padre y la hija reconciliados, en cambio, prefieren aguardar abrazados a que la ola gigantesca les engulla. Por si no bastara con la inundación en “El día de mañana” el agua se congela y la ciudad queda sepultaba bajo el hielo dando nombre a un nuevo combinado: “Big Apple on the rocks”.

El agua descontrolada suele convertirse en un excelente recurso para el clímax de algunos films. Hay preferencias por la voladura controlada y el resquebrajamiento fortuito de diques y pantanos: desde “Supermán” a “Ratónpolis”, pasando por el plan divino de “Sigo como Dios” y sin olvidarnos de la amplia muestra de telefilms domingueros pasados por agua. La lluvia incesante obliga a la evacuación de pueblos enteros (“Hard Rain”), aunque algunas testarudas familias (encabezadas por Mel Gibson y Sissy Spacek) se nieguen a abandonar sus tierras y luchen titánicamente contra las fuerzas desbordadas de la naturaleza (“Cuando el río crece”).

El mar embravecido puede ser un aliado (que destruye las naves del enemigo en “300”), o convertirse en la propia tumba (“Tormenta blanca”). Lo mismo ocurre con la fuerte corriente del río, que aleja providencialmente del enemigo o se convierte en el último viaje (“La misión”).

Pero no todo ha de ser cataclismos acuíferos y agua a raudales. A veces basta con unas gotitas para liquidar al vampiro más poderoso o enfrentarse al mismísimo Diablo; siempre y cuando estemos hablando de agua “bendita”, otro recurso dramático clásico. En cambio, en otras criaturas -alienígenas para más señales- el simple agua del grifo puede causar estragos…

─En las películas Drácula lleva puesta una capa, y algún viejo tipo inglés siempre logra salvar el día en el último momento con cruces y agua bendita. Pero todo el mundo sabe que las películas son una gilipollez.

Blade: Trinity, escrito por David S. Goyer

En el lado opuesto a la muerte y la destrucción, el agua puede convertirse en elemento protector y benefactor…

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CINE Y AGUA
poderes del agua en el cine 1, 2, 3, 4
el agua como elemento dramático: Pis-cines
cine y lluvia
cine y paraguas
cine y nubes

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