Primero denostaron al capitán Haddock, inseparable camarada de Tintín, por su afición al whisky. ¡Con la de juego que daban sus siempre inoportunas cogorzas! Ahora que los derechos para el cine los tiene Spielberg, que ya sustituyó con tecnología digital armas por walkies en la versión de ET en dvd, veo al marino borrachín pasando del Loch Lomond a la Pepsi.
Sexismo en las canciones de Los Payasos de la Tele (“así planchaba, así-así…”); racismo en las escaramuzas de Tarzán con los nativos (¡malísimos esos caníbales!); homosexualismo en los Teletubbies; estrabismo en el león bizco de Daktari… Ningún “ismo” sospechoso pasa desapercibido a la Liga de los Protectores de la Infancia. Velan, vigilan, alertan sobre todo lo que supone un escollo para la formación en valores de nuestros hijos.
Se entiende lo de la educación nutricional y vial; hasta los anuncios preventivos sobre enfermedades de transmisión sexual y drogodependencias... Pero no tiene nombre lo de Triki, el entrañable monstruo de Barrio Sésamo… ¡Le han prohibido comer galletas! Ya no puede atiborrarse de crujientes embajadoras del colesterol y los triglicéridos; sólo le dejan zampar verduras... Y digo yo: ¿qué gracia tiene ver a un muñeco azul y peludo destrozar a mordiscos un apio o una zanahoria? Para eso ya tenemos a Bugs Bunny y a Paco Porras, ¿no?
¿Cuál será la siguiente andanada de los adalides de la comida sana y las conductas responsables? ¿Prohibirán a Homer Simpson engullir más donuts? ¿Limitarán la velocidad al Correcaminos? ¿Impedirán que Snoopy siga subiendo “temerariamente” al tejado de su caseta?... Quienes peor lo tienen son Astérix y Obélix. Su poción mágica es un alarde inaceptable del dopaje que será vetado en los cinco continentes. ¡Están locos estos gabachos! Así les va con el Tour…
¿Es cierto que Yogui, Maguila, Pepe Pótamo y la abeja Maya fueron explotados contractualmente? ¿Incitan las alocadas carreras de Penélope Glamour y Pier Nodoyuna a la conducción temeraria? ¿Incluirá la nueva versión de Vickie el vikingo una tripulación con total paridad?...
Tanto control, tanto control, y Lydia Lozano sigue “dando ejemplo de conducta intachable” cada día en horario infantil. Si Pippi Langstrump levantara la cabeza… ¡le cortarían las coletas!
3 perplejos apuntes:
Al abuelo de Heidi lo condenarían por explotación infantil.
¿Pondrá una demanda la Junta de Andalucía contra Hanna-Barbera porque el acento "andalú" del gato Jinks (el que persigue a Pixie y Dixie)degrada a los andaluces?
Deja a la pobre pipi langstrump, que desde que empezó a trabajar de gogó no ha vuelto a ser la misma... siesque se la veía venir de lejos, como las tetas de Afrodita-A (claro, es que iban a reacción). En fin, que si en lugar de adecuar los contenidos a los niños, los tratáramos como seres adultos y les enseñáramos a entenderlos y a discriminarlos, nos iría mucho mejor.
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