El otro día olvidé las llaves y no pude entrar en casa. Se mezclaron el estrés del contratiempo con la tranquilidad al comprobar que no había forma de entrar por las buenas. Recuerdo un tiempo en el que podías marcharte sin echar el triple cerrojo, dejando alguna ventana entreabierta o una copia de la llave escondida en un rincón estratégico. Por si las moscas. Ahora, si no reforzamos las cerraduras, instalamos rejas y activamos la alarma no estamos tranquilos; e incluso así la amenaza de la intrusión permanece.
Contrasta este blindaje de los hogares con la vulnerabilidad de las personas.
Vivimos, parece que con cierta indolencia, un siglo en el que nuestro cuerpo, mente y espíritu están permanentemente expuestos: al consumo incontrolado de alimentos y de sustancias tóxicas, a la mentira y la estafa, a los extremismos, a los fundamentalismos, a las ideologías sectarias, a Internet, a los trastornos alimentarios, a la falacia y la demagogia, a los nuevos “valores”, al artificio de lo políticamente correcto, a los abusadores y abusadoras, a los maltratadores y maltratadoras, a la telebasura…
Pero, al contrario de cómo hacemos con nuestras pertenencias materiales, no vemos la necesidad de protegernos a nosotros mismos, de ser precavidos. Abrimos de par en par las puertas y ventanas de nuestro ser, sin siquiera dejar puestas las mosquiteras, como una kamikaze invitación a los intrusos. En consecuencia enfermamos, padecemos, morimos. No sólo física, sino intelectual y espiritualmente.
Qué tragedia la que nos ha llevado a un sin vivir por sobreproteger todo aquello que es efímero y material, despilfarrando la vida irresponsablemente, queriendo absorberlo todo cual esponjas, como si la intensidad fuera sinónimo de enriquecimiento, acumulando basura en las arterias, la mente y el corazón.
© (!)
* Este artículo se llamó inicialmente "Irresponsables"
Convertimos las viviendas en búnkeres, celosos de nuestras propiedades, aunque sean escasas; pero somos conscientes de que, si quieren, los amantes de lo ajeno violarán nuestro espacio íntimo.
Contrasta este blindaje de los hogares con la vulnerabilidad de las personas.
Vivimos, parece que con cierta indolencia, un siglo en el que nuestro cuerpo, mente y espíritu están permanentemente expuestos: al consumo incontrolado de alimentos y de sustancias tóxicas, a la mentira y la estafa, a los extremismos, a los fundamentalismos, a las ideologías sectarias, a Internet, a los trastornos alimentarios, a la falacia y la demagogia, a los nuevos “valores”, al artificio de lo políticamente correcto, a los abusadores y abusadoras, a los maltratadores y maltratadoras, a la telebasura…
Pero, al contrario de cómo hacemos con nuestras pertenencias materiales, no vemos la necesidad de protegernos a nosotros mismos, de ser precavidos. Abrimos de par en par las puertas y ventanas de nuestro ser, sin siquiera dejar puestas las mosquiteras, como una kamikaze invitación a los intrusos. En consecuencia enfermamos, padecemos, morimos. No sólo física, sino intelectual y espiritualmente.
Qué tragedia la que nos ha llevado a un sin vivir por sobreproteger todo aquello que es efímero y material, despilfarrando la vida irresponsablemente, queriendo absorberlo todo cual esponjas, como si la intensidad fuera sinónimo de enriquecimiento, acumulando basura en las arterias, la mente y el corazón.
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* Este artículo se llamó inicialmente "Irresponsables"
17 perplejos apuntes:
A mí me consuela pensar que entre más tiempo pasa, más ventanas cierro (la tele, la prensa) y que en las que tengo abiertas todavía tengo mosquiteras. Pero la vida es contaminación, putrefacción, asimilación, es inevitable. Eso sí, nada nos impide hacer una limpieza general de vez en cuando...
PD. Tampoco te creas que las puertas de casa son tan seguras. Yo tuve que pagar 127 euros (jamás se me olvidará la cantidad) para que un cerrajero abriera la puerta de mi casa con una radiografía. ¿Cómo decirle que no le pagaba, con semejante "seguridad" en mi puerta si él tenía la radiografía en la mano todavía?
Lo siento, pero me niego a ser pájaro enjaulado, con cerraduras de cuatro vueltas y barrotes en las ventanas. Para eso están los seguros, y los hay de todos los colores.
En cuanto al otro blindaje, tienes razón; pero en la era de la híper comunicación la cosa se complica. Todo es ahora MÁS que nunca: viajar, conocer nuevas personas con otras costumbres, o sin movernos de casa a través de esta ventanita. La verdad que sería pesado e incómodo cargar con una armadura medieval. Si queremos protegernos, es mejor cambiar corazas y mallas metálicas por otros “airbags” como: flexibilidad, adaptabilidad, buenos quiebros de cintura, y por supuesto espaldas muy resbaladizas.
Ya sabes, la teoría del “Junco y el Roble”.
Acabo de pensar en el coche de un amigo, maqueado cual drag queen y con un equipo de sonido que ya lo quisiera alguna discoteca para sí, pero que no tiene airbag. Buen ejemplo de valorar tus pertenencias más que a ti mismo.
Dios no quiera que mi amigo tenga un accidente en la carretera... no se le vaya a estropear el subwoofer.
Euralia: En aquellos tiempos pasados que rememoraba, el cerrajero te hubiera cobrado sólo el desplazamiento. Este te cobró la clase, porque entiende que la próxima vez lo harás tú y no le llamarás más...
Euralia: Por si las moscas esconde bien la radiografía, no la encuentren los cacos.
Ratona: Amén.
Extraño: Mientras no se lleve a nadie por delante, que esa es otra.
Una vez bajé a comprar el pan mientras cocinaba y me olvidé las llaves. Había cosas en el fuego. Por suerte había un ladrón en casa que salvó el piso del incendio...
Impresionantes las esculturas que has puesto de Ron Mueck. La semana pasada estuve viendo la exposición “Body Worlds” de Gunther von Hagens, que impresiona también lo suyo a todo el mundo. Pero a mí no me “zarandeó” tanto como Mueck.
Perplejo, es difícil titular algo (al menos eso me pasa) y apruebo este cambio ;-)
Palabro: proprona
Peli: "Proprona indecentona"
Estoy de acuerdo, Perplejo.
Y miedo me da por los niños que han nacido ya en este mundo hipertecnológico que se creen que tienen lo que deseen en un "clic" y están más desprotegidos que nunca. Lo que nos costó hacerle entender a uno que no debía regalar su vida a través de messenger (fotos y más fotos, teléfonos, direcciones...)
Hablando de puertas: recuerdo que el cerrajero nos hizo bajar a todos al rellano del piso de abajo para que no viéramos cómo en 5 segundos contados abría la puerta... eso sí, tardó más de 1 hora en llegar con la calma!!!
Por cierto, estuve en Formentera y, para mi sorpresa, la gente dormía con las puertas abiertas y yo sí que tenía miedo.
Saludos a todos!
Palabro: subil
Película: Subily Man (qué malooo)
No me pude contener al verlo. Ya me voy a dormir, ya...
Palabro: fursious
Peli: Fast and fursious
Como me lea un cerrajero, me odiará; pero os paso el truco.
Si se cierra la puerta y no tenemos la llave (radiografía tampoco, ¡lo normal!), se puede abrir con el D.N.I . Yo lo he hecho y no es tan difícil ;-)
Palabro: sheake
Peli: "Sheakespeare in love"
Ratona: Hoy, si tengo tiempo, cuelgo una muestra del trabajo de Mueck, que no deja indiferente a nadie. Igual tuviste oportunidad de ver su exposición el año pasado cuando estuvo por tu tierra...
Lo de "Propona Indecentona" además de rimar con Ratona, es hilarante. !D
Esthrés: Cuando era niño pasaba horas en la calle sin que mis padres tuvieran de qué preocuparse. Ahora nuestros hijos están expuestos a todo tipo de acechos sin salir de su habitación. Terrible !(
Tú: ¿Estás seguro de que era un ladrón?
Cuando los comentarios llegan a ese nivel (literalmente, es como subir de piso) en el que no se sabe de lo que estamos hablando, cualquier comentario nuevo suena un poco tonto, pero no me iba a perder el juego del captcha :D
Creo que tenemos tanta hambre porque estamos expuestos. Porque no tenemos cosas ni conocimientos que sepan a algo, que tengan sustancia. Y seguimos comiendo, ingiriendo, acumulando. Y eso nos desnuda un poquito más.
Hace poquito anunciaba en lo mío que regalo mis libros, para ir haciendo espacio. Y no crea que mucha gente me ha pedido nada: sólo han salido cuatro.
captcha: ganthold
peli: Ganthold y el caldero mágico
SBT: La desnutrición integral de Occidente, ¿no?
Lo de los libros me interesa... Buscaré esa entrada !)
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