13 ene 2009

Estrenos de la semana

LOS RICOS TAMBIÉN ROBAN


(!)

15 perplejos apuntes:

Anónimo dijo...

De lejos pensé que era Madoff :)

Interesante cartel, pero... ¿cómo que los ricos "también" roban? Eso es tanto como decir que los pobres roban habitualmente y los ricos de manera puntual. Es como el caso de "pobre, pero honrado"... ¿A que nadie dice "rico, pero honrado"? Y con Maddof, ahora menos que nunca...

un beso,
Euralia

G. K. Dexter dijo...

Creo, Hombre Perplejo (!) que a eso se le llama intertextualidad, y que en ámbitos académicos recibe el nombre de documentación. Pero ya se sabe que con esto de la "neolengua" yo aún no me aclaro mucho, je, je.

Un saludo cinéfilo-culinario.

P.D.: muy buen cartel, ingenioso.

(!) hombre perplejo dijo...

euralia: comparto lo que dices, pero excluyo cualquier connotacón económica en mi propuesta. Si te fijas en el enlace de la palabra "rico" verás que lleva al listado de premios y reconocimientos de Echenique; entre ellos un Premio Planeta. Esta gente, que ha demostrado ser "rica" en ideas y talento, ¿qué necesidad tiene de "robárselas" a otros? Cosa distinta es que uno se dedique a plagiar de aquí y de allá porque es incapaz de crear algo original y/o le falta el talento para hacerlo. De este tipo de "pobres" el mundo está lleno. Fíjate, si no, en la mayoría de series de televisión nacionales...

(!) hombre perplejo dijo...

Dexter: La sentencia judicial no habla de intertextualidad sino de plagio. El propio Bryce tiene la caradura de reconocerlo, excusándose de que como fueron publicados en medios de ámbito local peruano no debe alcanzarlos la ley internacional... ¡Menuda jeta! Yo le retiraba todos los reconocimientos de "Caballero" recibidos en España (ver enlace)... ¿O no hacen lo mismo con los atletas olímpicos cuando se descubre que se doparon?

Saludos c-c !)

G. K. Dexter dijo...

Hombre Perplejo (!).
Tras la lectura de tu comentario queda claro que a las cosas hay que denominarlas por su nombre, sin medias tintas (ni medias ironías).

Desconocía que hubiera reconocido el plagio, a lo más que había echado la culpa a su personal administrativo.

Un saludo cinéfilo.

El Ratón Tintero. dijo...

Aunque haya sido su equipo el culpable, él es el último responsable de todo lo firmado con su nombre. Lo quiera o no, eso es así.

G. K. Dexter dijo...

La verdad es que cuando a quien admiras por su talento demuestra no estar a la altura el golpe es aún más fuerte. Máxime si pretende "escaquearse" e irse de rositas.
Y lo que uno se pregunta es: ¿qué necesidad tenía? Ni siquiera le ha quedado la elegancia suficiente como para asumir su culpa. Ni siquiera.
Una pena...

Un saludo cinéfilo.

Soldado Raso dijo...

Pufff!!!
¿Habrá copiado siempre? ¿Será que es un gra copiador? ¿Creerá que lo que coje de otro, poniéndole su nombre, ya es suyo? ¿Será demencia triunfal?
Pufff!!!
¿De quién serán sus obras?

(!) hombre perplejo dijo...

Ratona: ¿Sabía Dalí los trapicheros negocios que iba a generar su "afición" de firmar lienzos en blanco? Como dices, uno "se casa" con su equipo para lo bueno y para lo malo.

(!) hombre perplejo dijo...

Dexter: Ahí, ahí... ¿Qué necesidad tenía? O, como insinúa Soldado Raso: ¿es que "tenía necesidad" porque si no, no? ¿Me explico?

(!) hombre perplejo dijo...

Soldado Raso: Yo me apunto a la teoría del mataperros. Además, ésta no es su primera denuncia; luego es posible que más que despiste fuera afición o, como insinúas, "modus operandi".

El Ratón Tintero. dijo...

Seguro que conoces la anécdota de Dalí en un restaurante, cuando se puso fino comiendo todo lo más caro de la carta, y a la hora de pagar hizo un dibujo en una servilleta como pago. El dueño encantado le pidió que lo firmara, y él contestó: “si lo firmo me tengo que quedar con todo el restaurante”.

(!) hombre perplejo dijo...

¿No fue Picasso?... La firma del artista es su obra. Firmar una obra es dejarse llevar por la petulancia, la redundancia o ambas cosas a la vez; pero sobre todo es abrir la veda a los chacales que comercian con la firma y no con la obra.

El Ratón Tintero. dijo...

A cual más petulante, así que lo mismo da.
Tengo un amigo pintor, bastante cotizado, que guarda en su taller muchas obras terminadas sin temor, porque ninguna la firma hasta el momento de la venta. ¿Qué vale más, la obra o esa firma? Lo que realmente rebota es cuando la obra no vale nada, sólo la firma, eso sí que es una tomadura de pelo.

(!) hombre perplejo dijo...

Hay firmas bonitas, muy artísticas, que podrían ser una pieza en sí mismas. Pero en cuanto se serializan pierden su valor como obra exclusiva. Me acabas de dar una idea para el blog: una exposición virtual de firmas... Gracias, Ratolina !D