Parece mentira la de estupideces que uno puede llegar a hacer.Ayer vimos en familia "Arthur y los Minimoys", entretenida películita de Luc Besson. El niño protagonista debe entrar al mundo de los seres diminutos para encontrar un tesoro que su abuelo escondió y que es su última esperanza para evitar que le embarguen las tierras a la abuela. En el tránsito de un mundo a otro Arthur ve modificada su morfología y se convierte en un ser distinto, con complexión minimoy, sin dejar de ser él.
Creo que parte del éxito de los artistas que se ganan la vida haciendo caricaturas a la gente que pasea por la calle es que, en el fondo, todos anidamos en nuestro interior el deseo de convertirnos -aunque sea por un rato- en un dibujo animado.En Internet puedes encontrar todo tipo de programas que te permiten modificar tu imagen al estilo de tu cartoon favorito. Aún no encontré la forma de convertirme en Minimoy, pero sí la de "simpsonizarme" y "southparkizarme". He aquí el resultado.
Creo que parte del éxito de los artistas que se ganan la vida haciendo caricaturas a la gente que pasea por la calle es que, en el fondo, todos anidamos en nuestro interior el deseo de convertirnos -aunque sea por un rato- en un dibujo animado.En Internet puedes encontrar todo tipo de programas que te permiten modificar tu imagen al estilo de tu cartoon favorito. Aún no encontré la forma de convertirme en Minimoy, pero sí la de "simpsonizarme" y "southparkizarme". He aquí el resultado.
Si quieres "simpsonizarte"...Si quieres "southparkizarte"...
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