Los ingleses tienen esa envidiable capacidad de reírse de sí mismos, de no dejar títere con cabeza, de abordar cualquier tabú, de ponerse en ridículo sin dejar de ser británicos. Joyas como Little Britain o Yes, Minister y su secuela Yes, Prime Minister son productos televisivos impensables (e inviables) en España.
Nosotros tenemos que “conformarnos” con los cansinos travestismos de Los Morancos, las apostillas recurrentes de Cruz y Raya y los chistes genéricos de toda la vida en versión de Arévalo. Aquí, apostar por la sátira es exponerse al secuestro o a la acusación de ser poco patriótico.
Menos mal que los vascos tienen Vaya semanita y a los catalanes nos queda el reducto radiofónico de Minoria absoluta y su extensión televisiva: Polònia. Aunque estoy de acuerdo con El canario Cuadrado al definir a estos como sucedáneos, pues dan “cabida, simplemente, a un humor que no molesta, que no destruye y, por lo tanto, no construye”.
Nosotros tenemos que “conformarnos” con los cansinos travestismos de Los Morancos, las apostillas recurrentes de Cruz y Raya y los chistes genéricos de toda la vida en versión de Arévalo. Aquí, apostar por la sátira es exponerse al secuestro o a la acusación de ser poco patriótico.
Menos mal que los vascos tienen Vaya semanita y a los catalanes nos queda el reducto radiofónico de Minoria absoluta y su extensión televisiva: Polònia. Aunque estoy de acuerdo con El canario Cuadrado al definir a estos como sucedáneos, pues dan “cabida, simplemente, a un humor que no molesta, que no destruye y, por lo tanto, no construye”.
La extraordinaria cabecera de Little Britain es un arranque impactante con una estética poco habitual en las series cómicas...
Los textos leídos en off son distintos en cada capítulo, y no tienen desperdicio. A través de ellos David Wallians y Matt Lucas (creadores y guionistas de la serie) nos introducen en su particular visión satírica de la Gran Bretaña, una mezcla de Monty Python y Federico Fellini, como reconocía el mismísimo New York Times. Estas son algunas muestras:
2 perplejos apuntes:
Los he visto alguna vez, la verdad es que me partía de risa, pero el personaje que es un paralítico (que en realidad no lo es) me resulta asqueroso... seguro que es lo que pretenden. Si quieres reirte un buen rato, recomendables sin duda.
Reconozco que algunos personajes son "difíciles de ver"... Para mí éste que citas y su compañero son una sangrante metáfora del imperio británico y sus colonias.
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