12 may 2008

Hijos


Antes se decía que los bebés venían con un pan debajo del brazo. Ahora, como no vengan también con cereales sin gluten, leche de continuación, potitos, maxicosi, silla homologada para el coche y un largo etcétera de complementos (la palabra lo dice todo: “complementos”, o sea innecesarios) la procreación sale carísima. Y como España es el furgón de cola europeo en ayudas a la familia, tener hijos hoy, tal y como están las cosas y los tipos de interés, no es ninguna bicoca.

Hablando de “tipos interesados” en algunos países los hijos equivalen a riqueza, pero en sentido literal, ya que o bien son explotados por sus propias familias o directamente vendidos como esclavos. Y si esto es deleznable, no es menos preocupante cierta tendencia emergente a “hacerse con un hijo” como lucrativo negocio. La proliferación de hijos e hijas no reconocidos por padres ricos y famosos es el pan nuestro de cada día, aunque -éste sí- untado de caviar de beluga. A la hija de la millonaria y difunta modelo, Anna-Nicole Smith, le salieron padres hasta debajo del chupete. Es chocante, pero todos estos hombres que reclamaron la paternidad del bebé lanzaron dos mensajes simultáneos a la pequeña: “te quiero” y “tu madre era una golfa que se acostaba con todo quisqui”. Extraña manera de iniciar una relación paterno-filial.

Hay casos más complejos, como el de la mujer que ha manifestado su intención de quedarse embarazada de su marido que hace dos años que está en coma. A primera vista, un justificado deseo de unión más allá (o más acá) de la muerte. Pero la familia del esposo se ha querellado contra su decisión. La razón no es ética (como cabría esperar de un proceso que implica serios dilemas morales), sino testamentaria: el futuro hijo del comatoso heredará la fortuna de su padre; un legado que, de morir sin descendencia, iría a parar a la familia denunciante quedando excluida del mismo la esposa con sospechosa vocación maternal pseudo necrófila.

La fe cristiana mantiene que los hijos son bendición de Dios. Los filio inversionistas llaman a la bendición valor genético de rentabilidad garantizada cotizable en bolsa (amniótica).

(!)

4 perplejos apuntes:

Anónimo dijo...

Y en más de una parte de este planeta azul, hay más de una enfermera de parturientas en más de un hospital que, pendientes de ganarse unas monedas extras, se ofrecen por hacer creer que la niña que nació fue un mal parto, que nació debil, que se le enredo el cordón, o cual cualquier pretexto; porque el marido lo que quería era un hijo varón.

Anónimo dijo...

Y aquel hombre de cincuenta años que demandó a su madre de ochenta, porque según él, ella debió darle no uno sino dos tetereros en cada turno cuando era un tragón infante.

Anónimo dijo...

Pero como la demanda por alimentos tardíos no prosperó ante las autoridades competentes, le propinó una tanda de latigzos la pobre anciaba que lo parió, porque según él, ella no se esforzó para que fuera un pretigiosos profesional.

(!) hombre perplejo dijo...

Pues también. Pero más que la violencia de género (que las que citas lo son) es la explotación comercial de la maternidad lo que me impulsó a escribir.