15 nov 2011

Selecta selección de buenos chicos


Estos chicos de la Selección han logrado que el país hable cada vez menos de fútbol, tenis o baloncesto y más de valores, amistad y cohesión. Sus triunfos deportivos son contundentes y brillantes; pero las tertulias radiofónicas y los artículos periodísticos van más allá: Se dice que son una generación única, seguramente irrepetible, y que somos afortunados por ser testigos de ello. Pero la fortaleza mental de Rafa Nadal, las cualidades únicas de Gasol, la creatividad de Xavi o la puntería de "la bomba" Navarro pasan a un segundo plano porque ahora toca hablar de que estos equipos son un modelo de unidad en la diversidad.

Algún filósofo del fútbol incluso ha dicho que, como han conseguido esa alianza "imposible" entre catalanes, madrileños, vascos y andaluces, son ellos (y no la clase política) los que nos representan de verdad a los españoles, los que nos hacen sentir orgullo nacional genuino.

Se dice también que, además de grandiosos deportistas, son excelentes personas y que en su calidad humana radica el secreto de su éxito. Su llaneza, su humildad y su generosidad los eleva a la categoría de únicos y excepcionales.

Y escuchando todo esto da la impresión de que sea fruto del azar; como si hubiera de agradecerse a un capricho del destino o a una conjunción astral el regalo de que estos muchachos sean como son y hayan coincidido en el tiempo y en el espacio para darnos tantas satisfacciones.

Parece como si estos valores que poseen, y que los convierte en modelos para las nuevas generaciones, fuesen una suerte de herencia genética. Pero si estos chicos son así es porque han sido educados y formados con fundamento. Los referentes que tuvieron en su infancia y en su adolescencia pulieron y definieron este carácter de campeones de la excelencia integral, más allá de las medallas y los trofeos efímeros. Son sus padres, sus profesores, sus entrenadores los responsables últimos (o acaso primeros) de este gozo nacional.

De manera que, si nuestro agradecimiento es sincero, ya estamos tardando en montar un macro homenaje a las familias y los maestros de estos buenos chicos por (de)mostrarnos que este camino es posible y que vale la pena esforzarse.

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    2 perplejos apuntes:

    Sergio Reina dijo...

    Y que tanta falta hacen en estos tiempos de generación nini. O eso es lo que parece, porque yo mantengo la teoría de que lo malo, es siempre lo que destaca, aunque sea una minoría, pues sigo creyendo que hay muy buenos valores en muchos jovenes de hoy en día, y los que están por venir.

    Saludos

    (!) hombre perplejo dijo...

    Serreina: Pues, aunque no lo creas, yo pienso lo contrario. Creo que se nos viene encima una suerte de generación fantasma o invisible, apática, indolente, gregaria... que no ha aprendido a pensar por sí misma. Ya veremos !)