Leopoldo Abadía presenta nuevo libro: “La hora de los sensatos”. Si algo caracteriza a este simpático profesor es su tino a la hora de poner nombres a las cosas, una habilidad reconocida por más de 160.000 ejemplares vendidos de “La crisis ninja”, su explicación en palabras llanas de lo que quisieron vendernos como desaceleración.
Abadía propone una revolución civil basada en la asunción de que todos y cada uno de nosotros somos responsables de lo que ocurre; que la culpa no siempre es de otros y, si lo es, nuestra reacción llega a hacernos cómplices de ella. Ante tal situación es menester que se imponga el sentido común y, sobre todo, la sensatez; ya sea por necesidad, por convicción o como repentino ataque de lucidez.
Echo un vistazo a la prensa y compruebo que, una vez más, el profesor atina en su percepción de la realidad: la sensatez escasea.
No es sensato que Tarantino declare que "la violencia es genial, lo mejor para conectar con el público". Tampoco lo es trivializar sobre el traumático asunto de los embarazos no deseados con una miniserie de tv como “El pacto” (Telecinco), donde un grupo de prepotentes adolescentes deciden quedarse embarazadas simultáneamente ante la perplejidad de unos padres sometidos y como acto de sórdida, irreflexiva e inquietante rebeldía.
No es sensato multar a un campesino con 6.000 euros por matar dos crías de ave protegida en sus tierras y que criminales confesos estén en libertad. Tampoco los discursos en defensa de especies animales en peligro de extinción en labios de personas que se alinean con causas pro abortistas. No es sensato prohibir publicidad de “culto al cuerpo” en horario infantil cuando han estado bombardeado a los chavales el último mes y medio con publicidad de “culto al consumismo”. No es sensato que un presentador “galardonado” con el premio Ondas, e incapaz de encajar una crítica, insulte y ridiculice en directo a una espectadora, ni que el humor televisivo de la Nochevieja se articulase en gags sobre conducir ebrio, escapar de la policía, la violencia de género o secuestros.
Y sobre todo no es sensato minimizar o fustigar a los que ya hacen gala de una genuina sensatez: Guardiola, Nebrera o el propio Abadía, del que cabe esperar que, además de vender muchos libros y recibir millones de visitas en su página web, logre que su propuesta cale en la sociedad, para que llegue una terapéutica hora (ojalá década) de los sensatos.
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Abadía propone una revolución civil basada en la asunción de que todos y cada uno de nosotros somos responsables de lo que ocurre; que la culpa no siempre es de otros y, si lo es, nuestra reacción llega a hacernos cómplices de ella. Ante tal situación es menester que se imponga el sentido común y, sobre todo, la sensatez; ya sea por necesidad, por convicción o como repentino ataque de lucidez.
Echo un vistazo a la prensa y compruebo que, una vez más, el profesor atina en su percepción de la realidad: la sensatez escasea.
No es sensato que Tarantino declare que "la violencia es genial, lo mejor para conectar con el público". Tampoco lo es trivializar sobre el traumático asunto de los embarazos no deseados con una miniserie de tv como “El pacto” (Telecinco), donde un grupo de prepotentes adolescentes deciden quedarse embarazadas simultáneamente ante la perplejidad de unos padres sometidos y como acto de sórdida, irreflexiva e inquietante rebeldía.
No es sensato multar a un campesino con 6.000 euros por matar dos crías de ave protegida en sus tierras y que criminales confesos estén en libertad. Tampoco los discursos en defensa de especies animales en peligro de extinción en labios de personas que se alinean con causas pro abortistas. No es sensato prohibir publicidad de “culto al cuerpo” en horario infantil cuando han estado bombardeado a los chavales el último mes y medio con publicidad de “culto al consumismo”. No es sensato que un presentador “galardonado” con el premio Ondas, e incapaz de encajar una crítica, insulte y ridiculice en directo a una espectadora, ni que el humor televisivo de la Nochevieja se articulase en gags sobre conducir ebrio, escapar de la policía, la violencia de género o secuestros.
Y sobre todo no es sensato minimizar o fustigar a los que ya hacen gala de una genuina sensatez: Guardiola, Nebrera o el propio Abadía, del que cabe esperar que, además de vender muchos libros y recibir millones de visitas en su página web, logre que su propuesta cale en la sociedad, para que llegue una terapéutica hora (ojalá década) de los sensatos.
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Dialigados
—¿Cómo consigue describir tan bien a la mujer?
—Pienso en un hombre y le quito la responsabilidad y la sensatez.
—La única forma sensata de vivir en este mundo es sin principios.
15 perplejos apuntes:
Sensatez es, a día de hoy, es sólo una palabra. Algunos la conocen de oídas, como algo que formaría parte de una ensoñación febril. Qué razón tenía Gandalf cuando dijo aquello de corred insensatos, porque el panorama actual es para salir corriendo y no mirar atrás.
Entre todos los temas de insensates expuestos, me llama poderosamente la atención el de los niños y adolescentes. Había visto alguna fotografía de "El Pacto", pero no sabia el insensato argumento que contiene. Cuando pienso en mi propia adolelescencia y cómo han cambiado las situaciones, formas de pensar y de entender las cosas... me echo a temblar. Puede que, en general, los chicos/as de ahora sean más "inteligentes" que nosotros a su edad, pero en lo realmente importante son auténticos analfabetos e faltos de sensatez. Por supuesto la culpa no es totalmente de ellos, es de esos adultos que por un mínimo de audiencias crean series sobre embarazos chantajistas o adolescentes liadas con tíos que les tripiclan la edad. Aquellos que no enseñan a sus hijos la diferencia entre el bien y el mal, provocando que un chico pueda matar a su novia, burlarse de la policía y encima le abran un grupo en facebook de apoyo por parte de niñas que en su "extensa" sabiduría argumentan que el chico "sólo" ha cometido un error, poniéndose como fieras con la poca gente sensata que les intenta explicar que matar está mal y no es sólo un error. La culpa es de leyes que protegen al menor sin control, creando un mundo donde una cachetada disciplinaria y un abuso físico se confundan en la misma cosa. Ahora ellos hacen lo que les da la gana y encima la ley los protege ante cualquier indicio de disciplinarlos.
Sí señor, vivimos en un país de insensatos e hipócritas, donde obviamente este señor tiene toda la razón del mundo al decir que no sólo la culpa es de otros. Eso es lo fácil, buscar chivos expiatiorios para calmar las consciencias intranquilas. El país está en crisis, tan culpable es el gobierno que nos ha llevado a esta situación como la gente que los votaron y aquellos que no participaron aunque fuese con un voto en blanco.
En fin. Son demasiadas cosas faltas de sensatez las que existen, yo sólo me he centrado en dos, porque se podrían escribir varios post sobre el tema y aún así no abarcarlo todo.
Un buen post señor Perplejo. Saludos.
Me gusta la gente que es capaz de explicar con sencillez lo que es en apariencia complejo, pero para mí, que lo he visto en Buenafuente, este señor tiene un mensaje muy breve y que no le veo tanto bombo como tiene. Eso sí, te gana en las distancias cortas -al menos a través de la TV-. La frase de Nicholson me pareció una genialidad de los guionistas. Un abrazo ;)
Este tipo es impresionante. Yo lo vi por primera vez en el programa de Buenafuente y me dejó impactado la forma que tiene de razonar.
Un genio.
Gracias.
Trepamuros: Vaya dircuso, chico. Me parece que lo voy a incluir en el post...
Julo: Cierto lo del mensaje breve, como la réplica de Melvil Udall... y tan contundente lo uno como lo otro, ¿no?
Obiwan: No exageremos tampoco !) Es un abuelito simpático que aporta algo que hoy en día está desestimado: la sabiduría de la experiencia, la conciencia de los mayores, la moderación de los que ya lo han visto (y padecido) todo... En cualquier caso, Buenafuente -al contrario que Pablo Motos- siempre hace mejor a sus invitados !)
Este hombre ha conseguido que el ciudadano medio aprenda algo más de economía. Si alguien se hubiera preocupado hace tiempo porque esto pasase, seguramente el batacazo que nos hemos dado no hubiera sido tan grande.
Muy buenas tus reflexiones, como siempre.
La sensatez tiene mucho que ver con el equilibrio, y el ser humano es desequilibrado por naturaleza, empezando por su asimetría física. Lo mismo que al sentido común se le llama el menos común de los sentidos.
Pero lo peor es que mientras unos se pasan la vida buscando ese “punto medio sensato”, otros, cada vez más la mayoría, le ha encontrado el gusto al “despendole in crescendo”.
Y tres cositas, Perplejo:
- Las declaraciones de Tarantino me suenan a un extracto sesgado fuera de contexto. Podrá ser un loco insensato, pero siento disculparlo siempre, porque me siguen “enloqueciendo” sus geniales diálogos :-)
- ¡Ya te vale el ejemplito de “Mejor imposible”!!! ¿Qué puedes esperar de un obsesivo compulsivo?
- ¡Y no llores tanto por la participación interactiva!
Que sabes que te queremos hombre, perplejo y todo :-P
Jajajajaja. Bueno, normalmente cuando hay temas que me tocan el punto, podría estar hablando o escribiendo de ellas horas. Es la falta de costumbre, no suelo comentarte mucho y menos aún tan ampliamente. En este caso lo de que lo bueno, si breve, dos veces bueno, no se me puede aplicar. Prometo que intentaré que no vuelva a pasar, pero no respondo si el tema a tratar me resulta especialmente interesante. XDDD
Extraño: Qué alegría volverte a ver por aquí. Se te ha echado de menos !)
Ratona: ¿Osas sospechar de mí???? XD XD
"Geniales diálogos" los de Malditos Bastardos. Los de Death Proof, en cambio, basura oral.
Trepamuros: No, lo digo porque a veces las reflexiones como la tuya quedan ocultas en los comentarios y convendría que la gente que pasa por aquí pudiera lerlos a primera vista... No sé si habrá algún plugin para esto...
Genial la reflexión que planteas en el articulo. Yo como padre, me pongo siempre en lo peor, y veo que o tiramos todos a una, o esto pinta muy mal para las generaciones que vienen. Y como dices, hay que dejar hablar a los mayores, que solo por la experiencia acumulada, son ya más sabios que nosotros.
Saludos
Serreina: Aunque soy optimista y creo en nuestra capacidad de reacción esta vez me da que llegamos (o llegaremos) demasiado tarde. Y entonces servirá de poco lamentarse !)
Vaya par de ases (o de comodines).
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