15 oct 2007

El lenguaje


Existe una regla tan tonta como sencilla: muchas de las cosas buenas y agradables de la vida suelen acabar en “illa”:

Sueña el bebé con su papilla y cuando crece merienda Nocilla. Ya de adulto descubre el Jumilla y la carne a la parrilla; la morcilla y el pincho de tortilla; el queso de tetilla y la Manzanilla…

Qué placer meterse en el mar hasta la pantorrilla, cambiar el tacón por la zapatilla, un beso de tu hijo en la mejilla, el brasero en invierno bajo la mesa camilla…

Excita plantar una semilla, renovar una plantilla y decir alguna que otra mentirijilla. Tener tu propia pandilla. Y ser el cabecilla. La piel con aroma a vainilla. Adán no fue nadie sin su costilla, ni Peter Pan sin Campanilla, e incluso la gran Lola Flores tuvo a su “Pescadilla”.

Cosas que importan, emocionan y dan vidilla son para el nuevo rico su ostentosa villa, para el jubilado su cartilla y para el sin techo la calderilla. Para la oscuridad la bombilla y para el sol la sombrilla. Para el religioso la capilla, para el enfermo la pastilla y para el que escribe rellenar una cuartilla.

Como toda regla tiene sus excepciones, que para el recluta era hacer la mili en Melilla, para el toro la banderilla y para el adolescente la espinilla. Dan asco la ladilla, la colilla y la polilla; hay que evitar la guindilla y el exceso de mayonesa en la ensaladilla, convertirse en la comidilla, poner a otro la zancadilla y sacar la cabeza por la ventanilla. Y no caen bien ni el Montilla ni los famosos de pacotilla, de los que algunos estamos hasta la coronilla.

También hay cosas que hacen que la vida sea compleja, liada cual madeja: como vivir en pareja, sobre todo si uno de los dos continuamente se queja, o te deja y se aleja. No es agradable vivir al otro lado de la reja, llevar mal lo de hacerse vieja ni que pidan tu cabeza en una bandeja. Huye de los que tienen más cuento que Calleja, o algo raro metido entre ceja y ceja; del que sin pedírselo te aconseja y a espaldas tuya te despelleja y, muy especialmente, de los lobos con piel de oveja.

La vida está llena de retos y lances de ignoto desenlace, como un rodaje o un aterrizaje; como improvisar un largo viaje sin siquiera hacer el equipaje o atreverse a escribir una post sobre el uso caprichoso del lenguaje. Pero eso estimula a quienes tomamos la vida como un bagaje de continuo aprendizaje.

4 perplejos apuntes:

Anónimo dijo...

Jonathan, te has superado con este escrito. Acabas de marcar un nuevo hito, sin ser chulito, con tu estilo sencillito para mi ya eres un mito.

Un abrazo,

Israel

(!) hombre perplejo dijo...

Gracias, amiguillo.

Anónimo dijo...

No tengo ni idea de como he llegado aquí. Pero al terminar de leerte solamente me salia de la boca la palabra MARAVILLA.

;)

(!) hombre perplejo dijo...

Bendito el azar, el destino o el link que te trajo "chicaderosa". Regresa siempre que quieras. Serás siempre bienvenida.