Un banco, una historia

The visitor

Este film se merece encabezar la sala por dos razones: la estampa original, diferenciada del resto de bancos de nuestras vidas y Richard Jenkins. Es uno de esos actores soberbios, relegados a papeles secundarios que encarnan con generosidad, oficio y solidez, una y otra vez, hasta que un día les entregan un rol protagonista y lo bordan. Además, el tag de esta película me parece bastante inspirado: “En un mundo de seis mil millones de personas, sólo necesitas a una para que te cambie la vida”.

Sin embargo no he tenido oportunidad de ver el film. Sé de qué va la película, he visionado el trailer y me hubiera gustado que Jenkins ganase el Oscar al que estaba nominado. Pero no conozco la historia que está ligada a este banco. Se me ocurren algunas, pero serían pura especulación.

Lo mismo sucede con el resto de imágenes de esta entrada: todos y cada uno de estos bancos me han llamado la atención por algo, pero ignoro sus historias, con lo que la Sala queda incompleta… Pero sólo hasta que algunos de vosotros, si habéis visto las películas y os apetece, nos las contéis. ¿Quién se anima?

El hombre del tiempo
La elegí: porque liga con la serie “Cine y Espejos” y la encuentro muy sugestiva.

Mil años de oración
La elegí: para incluir referentes de otras cinematografías que conozco poco.

Youth Without Youth
La elegí: porque esa imagen de Tim Roth con Coppola a sus espaldas conecta perfectamente con la serie “Directores con estrella”.

The International
La elegí: por su sentido metalingüístico.

Un banco en el parque
La elegí: por el toque nacional.

Antes que el diablo sepa que has muerto
La elegí: por ese título.

La última noche
La elegí: por Edward Norton, que además es un viejo conocido de la casa.

Los cuatrocientos golpes
La elegí: porque los niños también se merecen su propio banco. (Sí, ya sé que es un sacrilegio no haberla visto.)

Los lunes al sol
La elegí: porque representa rabiosamente la actualidad. En este caso sí he visto la película, pero creo que quien ya la propuso anteriormente, podría explicar mejor esa historia que yo.

“Los lunes al sol” está basada en personajes y hechos reales, acontecidos en los astilleros de Gijón hace unos años, por una inevitable y siempre traumática reconversión industrial. El tempo de la película es pausado, parado como todos ellos, pero te mantiene expectante a que ocurra algo que los saque del pozo donde nadan. No es de esperar que opten por una salida a lo “Full Monty”, pero algo tienen que hacer en su situación de “siameses”; como ellos mismos se llegan a llamar.

Aportado por: El Ratón Tintero

Además, ese banco de angustiosa espera en la oficina de empleo me sirve de enlace para anunciar la próxima entrega de la serie:

Los peores bancos de nuestra vida

(que también los hay)