18 sept 2008

Hoy no escribo yo

"Las décadas transcurridas entre la generación de nuestros hijos y nuestra propia juventud de lectores han tenido el efecto de siglos.
De manera que si, bien nos sentimos psicológicamente más próximos a nuestros hijos de lo que nuestros padres lo estaban con respecto a nosotros, seguimos estando, intelectualmente hablando, más próximos a nuestros padres.
(Aquí, controversia, discusión, puntualización de los adverbios “psicológicamente” e “intelectualmente”. Refuerzo de un nuevo adverbio):
Afectivamente más próximos, si prefieres.
─¿Efectivamente?
─No he dicho efectivamente, he dicho afectivamente.
─En otras palabras, estamos afectivamente más próximos a nuestros hijos, pero efectivamente más próximos a nuestros padres, ¿no es eso?
─Es un “hecho social”. Una acumulación de “hechos sociales” que podrían resumirse en que nuestros hijos son también hijos e hijas de su época, mientras que nosotros sólo éramos hijos de nuestros padres.
─¿...?
─¡Claro que sí! De adolescentes, no éramos los clientes de nuestra sociedad. Comercial y culturalmente hablando, era una sociedad de adultos. Ropas comunes, platos comunes, cultura común, el hermano pequeño heredaba los trajes del mayor, comíamos el mismo menú, a las mismas horas, en la misma mesa, dábamos los mismos paseos el domingo, la tele unía a la familia en una única y misma cadena (mucho mejor además, que todas las de hoy). [...] Mientras que hoy... los adolescentes son clientes de pleno derecho de una sociedad que los viste, los distrae, los alimenta, los cultiva; en la que florecen los macdonalds, los burguers y las boutiques de moda..."


DANIEL PENNAC en “Como una novela”
Daniel Pennac (que fue un pésimo estudiante) acaba de publicar “Mal de escuela”, donde aborda la cuestión de la escuela y la educación desde un punto de vista insólito, el de los malos alumnos.

2 perplejos apuntes:

Anónimo dijo...

Me alegra tu cita de Pennac. Acabo de leer su "Mal d'escola", y es estupendo. Una pasada.

(!) hombre perplejo dijo...

Espero leerlo pronto. Ahora que me lo recomiendas, más ganas me entran.