27 sept 2010

Azul

En una de las primeras escenas de Matrix, Morpheus ofrece a Neo la elección entre la ingesta de dos pastillas: una roja y otra azul. En caso de tomar la azul, Neo volverá al mundo en el cual siempre ha vivido. No es el real, pero es el que conoce desde siempre. En cambio, la pastilla roja le mostrará exactamente cuál es la realidad del mundo y el conocimiento sobre él. Si toma la pastilla roja cambiará el espacio de ilusión en el cual vive, controlado por terceros, por otro en el cual será libre y podrá decidir por sí mismo.


Neo toma la pastilla roja y su vida y la del resto de la humanidad se revolucionan de tal manera que se necesitaron tres películas y una serie indeterminada de clips, cortometrajes animados e historietas gráficas para contarlo.

Sin embargo, a mí me gusta el mundo en el que vivo. Podría ser mejor. Lo ha sido antes y lo será después. Y, en mi mundo, todo lo bueno, lo bello, lo divertido, lo interesante… es azul.

En él los monstruos son encantadores. Se llaman Triki, Coco, Sully... Y son azules, como el genio de Aladino, el vestido de la Cenicienta, los ojos de la Bella y el chaqué de la Bestia. Los edificios son como la casa-museo de Frida Kahlo y la torre Agbar iluminada. El arte te sale al paso en cierta etapa de Picasso, el libro de Rubén Darío, la rapsodia de Gershwin o el desnudo hechizante de Matisse. Así es la camiseta de mi equipo, las señales de tráfico más simpáticas y la música que me conmueve. Es un universo de ballenas gigantescas y minúsculas panticosas, de arándanos y días en los que se viajaba más barato en tren.

Azules eran el terciopelo que ella vestía, los ojos de Paul Newman, la piel de los nativos de Pandora y Juliet Binoche; Pocoyó, aquel inolvidable verano, los chicos del capitán Furillo, los Blues Brothers y la furgoneta de “Perdidos”.

Algunos dicen que mi mundo no es real; que el auténtico es terrible y teñido de rojo. Dicen que nos han anestesiado para que no conozcamos la verdad, y que nos obligan a vivir en un universo ilusorio, que sólo existe en nuestra imaginación.

Yo adoro la imaginación. Quiero seguir como estoy, en este cosmos maravilloso y reconocible. Aquí soy libre y puedo creer lo que quiero creer.

© !)

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